LA LOCALIDAD PRETENDE PONER EN VALOR SUS ANTIGUAS Y VALIOSAS MINAS.
Santa Marta abre el mayor museo geológico y minero de la región
Recoge una colección de 5.000 piezas donadas por Fernández Amo.
Santa Marta de los Barros abrió ayer las puertas del Museo Geológico y Minero, que recoge una importante colección de 5.000 piezas de minerales, rocas y fósiles, en su mayoría procedentes de la donación realizada por el geólogo Francisco Javier Fernández Amo en el año 2001.
Estos fondos lo convierten en el mayor museo geológico y minero de la región, según destacaron ayer en la inauguración del centro el consejero de Industria, Energía y Medio Ambiente, José Luis Navarro, y el alcalde de la localidad, Jorge Vázquez.
El objetivo ha sido, según la Junta, poner en valor el importante legado de las minas de la localidad y posteriormente recuperar, para uso turístico, los viejos yacimientos, entre los que destacan dos minas con más de 500 metros de galerías, y el poblado minero, compuesto por una treintena de edificaciones, entre las que destacan la casa del facultativo de minas, la cantina y las oficinas de la mina.
El Museo de Santa Marta acoge temporalmente una muestra de los fondos de la colección en una superficie de más de 200 metros y dispuesta en varias secciones. En la sección de Mineralógica, destaca una colección de vanadinitas, considerada la mejor de Europa, y otra de calderonitas, una pieza propia de Santa Marta y única en el mundo.
Grafeno, un material revolucionario para las nuevas tecnologías
El reciente premio Nobel a los descubridores de esta forma bidimensional del grafito ha destapado sus posibilidades en la fabricación de pantallas y procesadores
La punta de un lápiz está compuesta de grafito, una forma alotrófica del diamante, el material más duro descrito hasta la fecha. Sin embargo, parece que el grafito cede ante la más mínima presión contra el papel y se desparrama por la hoja de celulosa. En realidad, ni cede ni se desparrama, sino que se exfolia en sucesivas capas hasta la más elemental de ellas, una capa transparente de un solo átomo de grosor que supera al diamante en dureza, densidad, resistencia a la temperatura y conductividad. Es el grafeno, el material a cuyas capas apiladas se ha llamado hasta ahora grafito. Su descubrimiento ha revelado sus futuras y revolucionarias aplicaciones tanto en la fabricación de pantallas táctiles y solares como en el desarrollo de procesadores hasta cien veces más potentes que los actuales de silicio. Sus descubridores recibirán el próximo mes el premio Nobel de Física 2010.
Grafito y grafeno
El diamante es la forma cristalizada en que el carbono se encuentra en la naturaleza de modo más estable y mayoritario. Las grandes rocas de diamante o las pequeñas betas se aprecian tanto por su belleza como por sus propiedades de dureza y estabilidad ante la temperatura. Los resultados en el corte y en la talla son óptimos, por lo que consigue formas de extrema belleza que explican su precio en el mercado. También se usa para cortar otros materiales duros, como los metales.
Si el diamante se somete a condiciones excepcionales de presión y temperatura -condiciones que solo se pueden conseguir en un laboratorio especial o en las capas más bajas del subsuelo-, se transforma en un material negro y rugoso, una suerte de patito feo. Éste se conoce como grafito, un alótrofo -otra forma de presentación- del diamante. Ambos son carbono, pero su estructura es muy distinta.
Las capas apiladas de grafeno conforman la masa de grafito
Sin embargo, el grafito también tiene propiedades útiles para la industria, desde los lápices hasta los ladrillos y los crisoles, sin dejar de lado los electrodos, los pistones o los reactores nucleares. Es un excelente conductor eléctrico y resulta duro y resistente en determinadas condiciones. A la vez, mezclado con una pasta, tiene características de friabilidad, como en el caso de las puntas de los lápices, que parecen derramarse en las hojas y las manchan.
Su función consiste en dejar pequeñas capas de material intrincadas entre las fibras de celulosa, de modo que le dan el color característico al papel manchado. Estas capas son pilas de otras mucho más pequeñas del material elemental que conforma el grafito: el grafeno. Lo descubrieron hace pocos años dos científicos rusos, Andre Geim y Konstantin Novoselov, que experimentaban con una punta de lápiz a la que le pasaban cinta adhesiva para comprobar la composición del material que se quedaba pegado. Las muestras arrancadas con la cinta se extrajeron de ésta y se analizaron en microscopios para desvelar su configuración. Así se descubrieron las sucesivas capas atómicas que conforman el grafito.
Se llamó grafeno a la unidad elemental, que consiguieron extraer mediante métodos de laboratorio para estudiar sus particularidades. Entonces confirmaron, con sorpresa, que era un material nuevo, más duro que el diamante, transparente pero a la vez muy denso y un gran conductor de la electricidad. Es además un material muy flexible, pese a su dureza, y tiene una serie de propiedades que le hacen muy interesante.
Los ecologistas tienen serias dudas del comportamiento que pueda tener esta roca en el caso de que fuera volada para que la autopista de Ronda pudiera abrirse paso
Javier Flores / Ronda | Actualizado 29.11.2010 - 08:56
La composición a base de peridotita del macizo montañoso que compone Sierra Bermeja ha sido el gran filón que han encontrado los colectivos que se oponen a la construcción de la autopista entre Ronda y la Costa, además de la crisis económica, que hace mucho más complicado el encontrar una empresa privada interesada en invertir 320 millones de euros en su construcción. No obstante, la principal de las alegaciones llegará por la presencia de esta roca de origen volcánico. Y es que ecologistas, colectivos sociales y algunos partidos políticos, como Los Verdes de Ronda, tienen serias dudas sobre el comportamiento que puede tener cuando sea volada para poder abrirse paso la autopista entre los numerosos montes que tiene que salvar antes de poder llegar a la Costa desde la Serranía de Ronda.
Además, también se advierte sobre la presencia de amianto y talco en la zona como consecuencia de la presencia de estos minerales, incluso, se apunta que en tiempos pasados había minas para su extracción en las localidades de Igualeja y Benahavís, dos de los términos municipales que tendrán que cruzar esta vía de comunicación si llegase a construirse. No obstante, también se tiene conocimiento de la existencia de minas de similares características en los municipios de Estepona y Genalguacil. En este sentido, los colectivos opositores han expresado su preocupación por el comportamiento que podrían tener miles de partículas de amianto asbestos en suspensión si alguna de las explosiones le afectase. Y es que este elemento se encuentra prohibido en todos los países de Europa.
En concreto, en el paraje conocido como Cerro de los Sauces, situado en Sierra Bermeja y donde se contempla la construcción de dos túneles de 1.600 metros, cada uno, el olivino se encuentra serpentinizado a un 95% de transformación, según de los estudios que poseen estos colectivos. Precisamente, la serpentinización de las peridotitos, a través de los olivinos, origina los minerales de amianto o asbesto. Por ello, desde estos colectivos se va a pedir que se realice un estudio científico sobre este aspecto, al no existir ninguno en el estudio informativo que se encuentra en exposición pública, aunque sí se hace mención a la masiva presencia de peridotita.
En este sentido, el biólogo Andrés Rodríguez, que se ha especializado en el estudio de la geología de la zona, ha calificado como "barbaridad" la propuesta de utilizar voladuras en zonas donde se tiene conocimiento de la presencia de estos materiales. "Desde el año 1917 se tiene constancia de la existencia de estas minas", explicó Rodríguez, que también resaltó las incalculables consecuencias que podría tener el lanzar miles de micropartículas al aire al realizar explosiones.
Además, la presencia de estas minas también se extiende a la zona de la Sierra de las Nieves, a pocos kilómetros de la actual carretera de San Pedro, donde se encuentran los restos de lo que fue la última mina de amianto que se explotó en la Serranía de Ronda. Además, Rodríguez, explicó que se debe de tener "mucho cuidado" en los modos de tratar estos minerales, que pueden ser nocivos para el ser humano.