Bajando a la mina en Extremadura
El proyecto del grupo canadiense Eurotin Inc en Pedroso de Acim reactiva la actividad minera en la región, mermada en los últimos años Extremadura ha sido potencia productora de hierro, fosfato o estaño, entre otros minerales
REDACCION 29/01/2012
La iniciativa del grupo canadiense Eurotin Inc, en colaboración con otro extremeño, de invertir 95 millones de euros y crear mil empleos para poner en marcha y explotar una mina de estaño en la región, reactiva la dilatada trayectoria minera de Extremadura, que en los últimos años parece haber decaído. En la actualidad, hay 230 explotaciones mineras activas (163 en Badajoz y 67 en CC) con una producción bruta anual que supera los 10 millones de toneladas, que genera más de 900 puestos de trabajo (955, según la Junta, con datos al cierre de 2010) que se amplian a 1.500 si se incluye el sector de los balnearios y las aguas minerales, y que mueve ventas por valor de 180 millones de euros anuales.
Antes de que esta semana se conociera este proyecto, otra empresa canadiense, Río Narcea, ha sido protagonista por los problemas originados en la mina de níquel de Aguablanca, en Monesterio, que está parada, con un ERE sobre su plantilla y con la empresa realizando inversiones para acondicionar la explotación. Además, en los últimos años ha obtenido permisos para investigar las reservas de oro y sus derivados (cobre, níquel, zinc, plantino) en 15 yacimientos de la región en las poblaciones pacenses de Calzadilla, Bienvenida, Medina de Torres, Fuente de Cantos, Jerez, Torrehemosa, Azuaga, Olivenza, Alconche, Táliga y Torre de Miguel Sesmero.
Al margen de esta actividad, en la comunidad extremeña existen 107 explotaciones de roca ornamental; 96 de áridos y 14 de roca industria (con materiales como el feldespato, la pizarra, sílice, arcilla, attapulgita y pirofilita).
Sin embargo, existen 133 explotaciones inactivas y 774 minas y canteras antiguamente explotadas y ahora abandonadas, la más conocida es La Jayona, una antigua mina de hierro en el municipio pacense de Fuente del Arco que se ha convertido en un monumento natural.
El oro extremeño
Pero, últimamente el oro está moviendo el interés de muchas empresas, ya que haya una avalancha de proyectos de investigación y de solicitudes de permisos de investigación para este metal, y para otros como el cobre, el wolframio, el estaño y el litio. A este respecto, hace poco más de dos años, un grupo de investigadores del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) descubrió unas inéditas explotaciones de oro romanas localizadas en la margen izquierda del río Erjas, justo en la frontera con Portugal y dentro del termino municipal de Zarza La Mayor.
Precisamente la actividad minera en Extremadura comienza en épocas romanas, siendo el oro del área de La Codosera y la plata en Plasenzuela los lugares más importantes para el desarrollo minero de metales preciosos, pero que ahora han quedado para restos materiales de exposición en museos arqueológicos. Azuaga y Castuera destacaron a finales del siglo XIX y principios del XX como focos de explotación de plomo, al igual que Aldeacentenera, muy rica también en zinc.
Yacimientos importantes
Pero no hay que remontarse tanto para destacar la gran actividad mineralogógica de la comunidad autónoma. Hace apenas veinte años, algunos depósitos fueron los primeros productores de España y Europa, como el caso del yacimiento de scheelita de La Parrilla (Cáceres), el de antimonio de San Antonio (Badajoz), los de hierro de Burguillos del Cerro (Badajoz) y los de fosfatos en el distrito cacereño de Aldea-Moret. Asismos, Extremadura es, junto con Galicia, la región con mayor número de yacimientos e indicios de wolframio y estaño de España. Por ello, no es extraño el interés mostrado por la compañía Eurotin Inc para explotar la mina de estaño en el entorno de la localidad cacereña de Pedroso de Acim, que tendrá una vida útil de 50 años y su actividad no será nociva, según el Ejecutivo extremeño. En este sentido, el presidente de la Junta, José Antonio Monago, se reunirá el martes con responsables del grupo canadiense para analizar la situación, aunque desde CCOO ya se ha advertido que no se generen falsas expectativas con este proyecto.