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lunes, 20 de agosto de 2012

Minas Da Cabana, Galicia

Una dura actividad extractiva que cesó a finales del siglo XIX

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En las Minas da Cabana se practicó la minería subterránea, de la que quedan como testimonio las bocas de tres galerías, actualmente selladas. Aunque apenas existe documentación sobre ellas, su principal periodo de explotación seguramente coincidió con el de los yacimientos de A Veneira y O Graíl, entre 1820 y 1875. Las ferrerías de Baldomir, Penacova y Loureiro eran las principales destinatarias del mineral extraído en esta zona.
Josefina Rivera recuerda haber oído contar alguna vez a su padre -fallcido hace diez años, ya casi centenario- que en tiempos se había llegado a construir unos hornos en A Pobra do Brollón para calcinar allí el mineral en vez de llevarlo a las ferrerías, que estaba muy alejadas de las explotaciones. Al parecer, los trabajadores de esta fundición se emborracharon un día y quedaron dormidos, dejando que se quemasen los hornos, que ya no se pudieron reparar. Así que el hierro de estas minas continuó siendo llevado a las ferrerías.
Últimas fundiciones
Una de las últimas siderurgias artesanales de la zona que dejó de funcionar fue la de Loureiro, que cerró en la última década del siglo XIX. En los últimos tiempos se dedicaba a calcinar solamente el mineral extraído de las minas de A Veneira y entorno. Cuando la ferrería dejó de funcionar cesó también la dura actividad extractiva, en la que habían trabajado durante mucho tiempo numerosos vecinos de la zona. «Cando pecharon as minas, sementouse pan por toda a aba do monte onde estaban as explotacións», recuerda Josefina a ese respecto.

Boca sellada de una mina

Rastros de las minas Da Cabana, Galicia


Rastros de las Minas da Cabana

Cerca de A Veneira quedan huellas de una explotación olvidada

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En el pueblo de A Veneira de Roques fueron explotadas durante mucho tiempo las minas de hierro más importantes del municipio de A Pobra do Brollón y de todo el sur lucense. Algunas viejas galerías corren incluso bajo las casas de la localidad. Otra explotación, conocida como Minas dos Buratos, estaban en el lugar de O Graíl, cerca de la aldea. A poco más de dos kilómetros de este punto se halla otra zona de extracción, denominada Minas da Cabana.
Para visitar este lugar hay que dirigirse en primer lugar a A Veneira, situada a 11,5 kilómetros de la capital del municipio, por la misma carretera que lleva a Saa y Forgas. Una vez allí, es preciso seguir una pista de tierra que conduce al Alto do Castro y el mirador de la Mesa dos Catro Cabaleiros. En el kilómetro 3,3 hay que desviarse a la derecha y caminar unos setecientos metros hasta encontrar una pequeña senda -a mano derecha- que lleva hasta el lugar conocido como Covallo dos Carros, situado a unos cincuenta metros. Se trata de un saliente rocoso de considerable tamaño bajo el que se guarecían en tiempos los carros de bueyes utilizados en el transporte del mineral de hierro.
Señales y escombros
Para llegar a las minas hay que caminar unos trescientos metros más, dejando la pista de tierra y girando a la derecha para bordear el roquedal. Las minas están señalizadas, pero hallarlas requiere un poco de pericia, ya que las señales son poco visibles. La mejor referencia son las escombreras situadas al pie de las viejas explotaciones.
En este lugar, conocido como Alto da Veneira, destaca un gran roquedal con importantes afloramientos de mineral de hierro. Está situado en las estribaciones del Alto do Castro, junto al camino de acceso que a Catro Cabaleiros.
El nombre de Minas da Cabana -según explica Josefina Rivera, vecina de A Veneira- se debe a unas cabañas donde los carreteros guardaban los mulos empleados para transportar el mineral. Estaban en las cercanías de un peñasco conocido como Pena dos Froxós, donde en tiempos hubo una fragua artesanal, pero actualmente no quedan rastros de esas pequeñas construcciones.

Minas de cobre de Aralar, Amezketa, Gipuzcoa

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EN PORTADA

Aralar y su coto minero

Historia y naturaleza. Centroeuropeos, romanos y otras muchas gentes poblaron la zona de la morrea glaciar de Arritzaga, donde trabajaron duro en busca de cobre. Las minas se cerraron en 1965

09.06.12 - 02:06 -

Apocos kilómetros de Amezketa, camino de Igaratza, se encuentran los restos de uno de los cotos mineros más importante y antiguo de la Península Ibérica. Importante por su riqueza mineral a lo largo de la historia, ya que estudios arqueológicos sitúan a los primeros mineros en la zona hace 3.500 años.
Unos cables tenidos por la roña, una vagoneta, los cargaderos y los muros de algunas dependencias determinan donde se situaba el coto minero de Arritzaga. Son sólo algunos de los restos que quedan de la importante explotación minera de Aralar.
A pocos kilómetros de Amezketa, dirección a Igaratza, hay que seguir el camino de Akelo hasta llegar a la zona en la que hasta mediados de la década de los 60 del siglo XX trabajaron los últimos mineros en Aralar.
Han pasado ya varias décadas de la última explotación de mineral en Arritzaga, pero aún queda en la memoria de Manuel Labaka el duro trabajo de los mineros. Nacido en Beizama, con tan sólo 12 años, Labaka comenzó a trabajar como pastor en la zona. A sus 77 años, todavía guarda en sus retinas las imágenes de los trabajadores que durante duras jornadas extraían el material de las diferentes betas. Sitúa a la perfección cada uno de los lugares utilizados para la limpieza del material, su fundición, y relata las anécdotas de los habitantes de aquel poblado que dio trabajo a muchos hombres de la zona. Algunos trabajaban como portadores con sus mulos, carpinteros,.
El propio Manuel relata, con una amplia sonrisa en sus labios, aquella ocasión siendo un chaval: «Tendría unos 14 años y me dijeron que tenía que bajar a Amezketa a buscar unos encargos. Me metí en la vagoneta y allí fui». En algunos tramos, la vagoneta pasaba a escasos metros del suelo, incluso lo tocaba, en otros, varios cientos de metros separaban a Manuel de tierra firme, pero según relataba «no pasé miedo, recuerdo que había gran altura, pero no pasó nada malo». La alternativa a subir el material de trabajo, herramientas o alimento era subirlo en mulos. «El camino de Akelo era muy peligroso, y más si subían los animales cargados. Muchos caían por las pronunciadas pendientes en las que había muchas piedras sueltas. Subir la carga en la vagoneta resultaba más cómodo e incluso, rápido».
Coto minero con iglesia
El pastor beizamarra, afincado en Zaldibia, recuerda que permanecía en la zona de Arritzaga durante varios meses. «Hacia el 3 de mayo subíamos con el rebaño de ovejas a los pastos de Aralar. Yo cuidaba de unas 200 cabezas, me encargaba de ordeñarlas y de hacer el queso».
En sus ratos libres, «en la zona de las minas había una taberna y los mineros solían jugar allí a las cartas. Yo era un crío entonces, pero solía estar con ellos».
Mineros que trabajaron duro para la extracción de diferentes minerales, en busca de cobre. Además del frío y la dureza de la soledad en mitad de Aralar, «los mineros debían dormir desnudos para que no les acribillaran las pulgas». Manuel recuerda que podían trabajar unos 30 hombres.
Las minas de Amezketa permanecieron abiertas, por última vez, hasta finales 1965 en manos de ingenieros germanos. Tras un amplio paréntesis desde su cierre hace casi dos siglos, los alemanes abrieron nuevas galerías hasta acceder a las explotadas en el siglo XVIII. En esa época el coto minero de Aralar vivió un importante momento en su historia, su época dorada. La actividad minera fue muy fructífera en la zona y se prolongó durante más de 80 años. Esa actividad provocó incluso, la formación de un poblado en la zona, en el que además de los espacios habitados por los trabajadores de la mina, sus responsables y la taberna, hubo una iglesia.
Mineros europeos
Arritzaga y sus minas han vivido diferentes momentos de plenitud y decadencia, en los que la presencia de los romanos o gentes provenientes de zonas de Centroeuropea es constante. Se repite la cesión de la extracción de mineral en diferentes momentos de la historia con el interés de diferentes generaciones de mineros por su explotación.
Los estudios realizados por Mertxe Arteaga, directora de las prospecciones arqueológicas de Arritzaga, y Txomin Ugalde, presidente de la Fundación Félix Ugarte, sitúan a estos diferentes pobladores de Arritzaga desde el siglo XX hasta hace 3.500 años. Los hallazgos localizados en la zona, como una cornamenta de ciervo para la extracción del material de la roca, podría datarse de la edad de los metales. También se han encontrado restos que demuestran que en la época romana también fueron explotadas y los restos de carbón datados en estructuras interiores los sitúan hace 1000 años. Carbón que permitía a través del calor ablandar la roca en la que estaba incrustada el material de donde se extraía el cobre.
Los primeros mineros que habitaron en Aralar debían trabajar en galerías muy estrechas, en las que apenas cabía un hombre. Pero su afán por lograr el codiciado material les hizo agudizar el ingenio y cavaron centenares de galerías y pozos en busca del óxido de hierro hasta vaciar los filones. Lograron extraer miles de quintales de cobre a lo largo de la historia de las minas de Arritzaga.
De ellas, se extrajo el cobre para construir las antiguas campanas de la iglesia de Gaintza (Araitz), o la industria bélica alemana. Fue en plena contienda mundial cuando los germanos se acercaron hasta las minas de Arritzaga en busca de mineral.
En 1965 se acordó el cierre definitivo de las minas de Arritzaga, junto a la morrea glaciar. Las últimas ruinas se sitúan en torno a Buruntzuzi, donde se encuentra el refugio de un grupo de mendizales amezketarras. Un paseo que merece la pena visitarlo y en el que siguiendo los consejos de los arqueólogos Mertxe Ugarte y Txomin Ugalde, «abriendo bien los ojos se pueden ver muchas cosas».
El próximo 8 de julio los responsables del parque de Txindokiko itzala situado en Abaltzisketa, en Larraitz concretamente, ha organizado una visita guiada a las minas de Arritzaga. La excursión tendrá una duración de medio día. Saldrán a las 10 de la mañana de la iglesia de Amezketa para dirigirse a la zona de minas y conocer el lugar donde se ubican, su historia, la vida de sus habitantes. La salida es gratis. Para ponerse en contacto con el parque Txindoki Itzala para participar se puede consultar su página web txindokikoitzala.com o llamar al 628 947 253. Además, se organizan salidas con grupos previo aviso. El ayuntamiento de Amezketa también cuenta con información de los recorridos de la zona en su página web y algunos trípticos de los itinerarios señalados por Aralar como el de minas.

Posible apertura de mina de wolframio en Barruecopardo, Salamanca, Castilla y León

Un grupo irlandés pretende abrir en 2013 una mina de wolframio en Barruecopardo


3 Julio 12 - - Efe
Salamanca-El grupo irlandés Ormond Mining pretende poner en marcha una mina de extracción de uranio en el municipio salmantino de Barruecopardo, a partir de 2013. Así lo explicaba el apoderado general de la empresa minera, Steve Nicol, tras la firma suscrita entre este grupo y el Ayuntamiento de Barruecopardo, por el que la compañía irlandesa abonará a las arcas del consistorio salmantino la cantidad de 100.000 euros anuales en los próximos nueve años.

La mina será explotada por la empresa Saloro y se pretenden crear 110 puestos de trabajo directos y 150 indirectos. En total, la mina ocupará una superficie de 360 hectáreas y tiene previsto invertir durante una primera fase alrededor de 50 millones de euros, a los que habría que sumar otros 200 durante los nueve años de extracción de mineral.

Este grupo está desarrollando investigaciones para futuras extracciones de otros tipos de minerales en otras provincias españolas, entre ellas Zamora. Según explicaba el alcalde de Barruecopardo, Jesús María Ortiz, tras la firma del convenio, estas minas funcionar a mediados del siglo XX y se cerraron por falta de actividad.

Para el grupo, el wolframio es un mineral con numerosas aplicaciones en el campo de la medicina o automoción.

Mina "Santa Rosa", Tierga, Zaragoza

Hierro aragonés de la cuna del Papa Luna para 58 países


La mina se encuentra en la pequeña localidad de Tierga

Día 10/07/2012 - 10.21h
La pequeña localidad zaragozana de Tierga, en la comarca del Aranda (cuna del Papa Luna), cuenta con una de las explotaciones mineras más relevantes del país. De la mina subterránea «Santa Rosa», explotada por Promindsa —Productos Minerales para la Industria, S.A.—, sale hierro para 58 países. De hecho, la mina de Tierga constituye el principal yacimiento a nivel mundial de mineral de hierro destinado a la producción industrial de pigmentos. En la empresa trabajan 36 personas.
Actualmente, la extracción mundial de hierro supera los 2.500 millones de toneladas, de los cuales cerca del 99,7 por ciento se destinan a la industria siderúrgica para la producción de acero, mientras que algo más del 0,3 por ciento restante se destina a uso industrial para la fabricación de vidrio, cerámica, pigmentos o cemento.
Las primeras explotaciones mineras en la zona de Tierga se remontan al año 1903. El yacimiento principal se ubica en las estribaciones surorientales de la Sierra del Moncayo, dentro de la Cordillera Ibérica, en el término municipal de Tierga, y más concretamente en el paraje conocido como «Barranco del Judío».
En 1913 comenzó la explotación de forma intensiva por parte de la «Compañía Aragonesa de Minas», en la mina ya denominada entonces como «Santa Rosa». Se trataba de una de las explotaciones más avanzadas de la época en Aragón, ya que contaba, entre otras infraestructuras, con un cable aéreo que transportaba el mineral en un recorrido de más de 27 kilómetros de longitud hasta Calatayud, desde donde era distribuido en ferrocarril a los diferentes centros siderúrgicos. Este cable aéreo era en aquella época el de más longitud de España.
Las actuales concesiones de explotación sobre las que se ubica la explotación fueron otorgadas entre 1956 y 1961, sobre una superficie total de 231 hectáreas; fueron consolidadas en el año 1977 conforme a la actual Ley de Minas. Todas ellas son de titularidad de la entidad Promindsa.
Actualmente, la explotación subterránea «Santa Rosa» emplea el método de cámaras y pilares, adaptado siempre a las particularidades geológicas de su yacimiento. Este método consiste en extraer el mineral de determinadas zonas dejando siempre una parte del mismo en forma de pilares, que actúa a modo de sostenimiento y que proporciona estabilidad al conjunto de la explotación.
Promindsa comercializa sus productos en 58 países distribuidos en los cinco continentes, lo que supone exportar el 85 por ciento de su producción. Actualmente cuenta con oficinas comerciales abiertas en Tianjin (China) y en Lima (Perú).

"Buenamuerte" un libro de Emile Zola, 1885

Buenamuerte' ronda las minas

Juan Alfredo Reyes Ramos


 
  • 5 julio 2012
  • "Buenamuerte" es el apodo de un viejo minero en la novela Germinal, de Emile Zola. A los ocho años de edad bajó por primera vez a los pozos de carbón en Voreux, al norte de Francia. Lleva 50 años sacando mineral de la mina, la cual, "parece tener algo así como un aire de animal voraz, acurrucado allí para devorar al mundo". De hecho, esa boca obscura ya devoró a su padre, a dos tíos y a tres hermanos y él, que ya escupe sangre cuando tose, debe su apodo a que tres veces se ha salvado de morir enterrado en el socavón. Es la novela de Zola, que describe la vida terrible en los pozos del carbón, en un pueblo minero que huele a miseria, a injusticia y donde la tragedia puede surgir en cada momento del día o de la noche, como esa chispa fatal que detona al gas grisú.

    Y hasta resulta irreverente que alguien, como el que esto escribe, que nunca ha bajado a un pozo de carbón, se atreva a reflexionar respecto a las tragedias del gremio minero, de sus sufrimientos y luchas laborales, su vida subterránea, de la injusta explotación de los niños mineros, de los muertos que aún permanecen sepultados en las galerías, de los huérfanos y viudas, de tantas familias mutiladas.

    Cuando Emile Zola publicó su novela en 1885, causó indignación entre la burguesía industrial. Y es que para escribir su obra, Zola bajó a las minas y se adentró en los pueblos mineros. De ahí la crudeza en la descripción de esa gente esclavizada en las profundidades de la tierra. Al final de su obra, Zola sugiere que la represión, los muertos y el fracaso de la huelga que detalla, es la semilla regada con la sangre de los muertos, que algún día germinará en una nueva vida para los mineros y el proletariado en general.

    Hoy, ha pasado más de un siglo desde que Emile Zola publicó su libro y, según parece, los mineros del carbón siguen trabajando bajo condiciones infrahumanas y aún mueren sepultados debido a las precarias condiciones de seguridad, como sucedió en Pasta de Conchos, mancha indeleble del régimen que está por concluir.

    Y si acaso la novela de Zola trata de la vida miserable de los mineros en plena revolución industrial, de igual forma, la huelga de los mineros de Nueva Rosita, en 1951, tiene como contexto el desarrollo industrial impulsado por el presidente Miguel Alemán, un gobierno de derecha, autoritario, que aplastó la llamada "Caravana del Hambre", la marcha de los mineros de Coahuila, a la capital del país.

    Como en Germinal, la huelga fue reprimida por el gobierno y aunque la marcha llegó a la ciudad de México, superando obstáculos y retenes militares, los huelguistas fueron encarcelados en el deportivo "18 de Marzo", para impedir su arribo a Palacio Nacional. Golpeados y sin empleo, los mineros fueron embarcados en trenes destinados a Coahuila.

    De igual forma en la actualidad, otro gobierno de derecha, el español de Mariano Rajoy, había prohibido que la llamada "Marcha Negra" de los mineros del carbón, pasara por La Moncloa, el palacio de Gobierno. Y así como sucedió en Germinal y con la "Caravana del Hambre", los mineros españoles han sido golpeados, heridos y encarcelados por un gobierno autoritario, que rescata bancos aumentando impuestos, que socializa pérdidas y hace privadas las ganancias y que también sacrifica a sus mineros del carbón cancelando subvenciones. Así las cosas, no hay duda de que en pleno siglo 21, en los minerales del carbón, aún ronda un viejo minero apodado "Buenamuerte".

Hongos para limpiar aguas contaminadas por las minas de carbón

Los hongos son capaces de limpiar aguas contaminadas por minas de carbón


MADRID, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -  
   Investigadores de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) han descubierto que un hongo ascomiceto, común en el agua contaminada, produce minerales de importancia ambiental durante su reproducción asexual. Este hallazgo, que servirá como base para una amplia gama de futuros estudios en microbiología, química ambiental, biología del desarrollo y geobiología, ha sido publicados en 'PNAS'.
   La sustancia química clave del proceso, el superóxido, es un subproducto del crecimiento de los hongos, que se origina cuando el organismo produce esporas. Una vez liberado en el medio ambiente, el superóxido reacciona con el elemento de manganeso (Mn), produciendo un mineral altamente reactivo que ayuda en la limpieza de metales tóxicos, degrada sustratos de carbono, y controla la biodisponibilidad de los nutrientes.
   El manganeso es un elemento versátil, existente en múltiples estados de oxidación. Naturalmente presente en la corteza de la Tierra, desempeña funciones esenciales en la retención de carbono, la fotosíntesis, y en el transporte de nutrientes y contaminantes. Por otro lado, este elemento puede ser también un reactivo importante en aguas contaminadas por las minas de carbón. Cuando el ion Mn (II) se convierte para acelerar los estados oxidativos, en Mn (III) y Mn (IV), forma un mineral reactivo extremadamente útil en mantener bajo control contaminantes como el arsénico, el cadmio, y el cobalto.
   "Cuando el manganeso se oxida, crea minerales muy activos: los óxidos de manganeso, que funcionan como esponjas ambientales que limpian el agua", explica la investigadora principal, Colleen Hansel, de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de Harvard.
   La experta agrega que "el drenaje de minas de carbón se basa en conseguir bacterias y hongos que oxiden el manganeso, y produzcan estos minerales. Sin embargo, uno de los problemas es reconocer los procesos necesarios para estimular la acción de los organismos adecuados. Hasta el momento, para estimular la actividad microbiana, el enfoque ha consistido en proporcionar fuentes de carbono complejas, como el maíz y la paja, a los microbios; pero este enfoque, con frecuencia, no funciona".
   Resulta que el hongo más común, el Stilbella aciculosa, sólo produce superóxido durante la diferenciación celular, en concreto, durante la formación de estructuras reproductivas asexuales. Por tanto, este hallazgo implica que la adición de un exceso de nutrientes al agua contaminada no contribuye, necesariamente, a la recuperación del agua.
   Para el hongo, el superóxido parece servir como una señal que modera la diferenciación celular. Puede que la eficiente y rápida oxidación química del manganeso del medio ambiente, por parte del hongo, sea tan solo una coincidencia útil, beneficiosa para los humanos, pero de poca importancia para el hongo.
   Según Hansel, "de acuerdo con la teoría evolutiva, los organismos suelen realizar un proceso por una razón. Sin embargo, durante décadas, nadie ha entendido por qué, o cómo, las bacterias y algunos grupos de hongos oxidan el manganeso, debido a que no lo hacen para ganar energía".
   Sin embargo, los investigadores sugieren que el proceso puede ser más complejo de lo que parece. Según el estudio, aunque parezca una reacción secundaria accidental, los óxidos de manganeso son muy reactivos y, por lo tanto, podrían proporcionar algunos beneficios indirectos al organismo.
   Los óxidos de manganeso, podrían, por ejemplo, degradar el carbono, con el fin de que los hongos lo metabolicen mejor. El equipo de investigación ha descubierto que el superóxido producido por los hongos es clave en la oxidación del manganeso. Además, el hecho de que este proceso también sea llevado a cabo tanto por procariotas como por eucariotas, plantea preguntas intrigantes sobre la historia de la evolución

Reapertura de las minas de Alquife, Almería

» Mina

La reapertura de las Minas de Alquife estima una producción de 4 millones de toneladas de mineral al año

24 de Julio de 2012 09:13h
ALMERÍA.- El proyecto de explotación de las Minas de Alquife, promovido por un importante grupo empresarial va tomando forma. Los representantes que promueven este proyecto de reapertura de las Minas de Alquife han mantenido contactos con la Autoridad Portuaria de Almería en los últimos meses. Con el paso del tiempo, y tras varias reuniones de trabajo el proyecto de reapertura de estas emblemáticas minas sigue avanzando.
En las reuniones de trabajo mantenidas entre los promotores del proyecto y la Autoridad Portuaria de Almería, se han analizado diversas cuestiones técnicas relativas a la operativa de la exportación de mineral a través de las instalaciones del Puerto de Almería, y la necesidad de infraestructuras e instalaciones necesarias para tal fin.
El Puerto de Almería es la instalación portuaria más cercana a las minas. Por ello, su participación en esta etapa inicial del proyecto es fundamental. La proximidad del Puerto de Almería facilita la viabilidad económica y técnica del proyecto.
El impacto de este proyecto será de gran importancia para la Autoridad Portuaria de Almería, sin embargo tambien superará los límites de las instalaciones portuarias y generaría efectos muy beneficiosos para la economía provincial y el empleo. Este proyecto minero estima una extracción de al menos 80 millones de Tm, cuya explotación se prolongaría a lo largo de veinte años.
En el día de hoy y como continuación de los trabajos realizados entre las partes desde hace meses, ha tenido lugar una reunión en la sede de la Autoridad Portuaria de Almería, entre representantes de la Compañía Minas de Alquife y del Puerto de Almería. La reunión ha sido presidida por la Presidenta de la Autoridad Portuaria de Almería. Por parte de la empresa minera han asistido a la reunión los señores Holger Denicke y Luis Carlos Pérez, además de Miguel Rojo, como representante de INECO, acompañados por el Director del Puerto de Almería D. Juan Manuel Reyes, y el responsable de Planificación de la Autoridad Portuaria de Almería, D. Antonio Bayo.
La reunión ha estado centrada en cuestiones operativas a tener en cuenta de cara a facilitar el embarque de mineral en caso de que el proyecto concluya favorablemente y se confirme la reapertura de las minas. Entre otros asuntos de han tratado la necesidad de terrenos portuarios por parte de la Compañía Minas de Alquife, su ubicación dentro de las instalaciones portuarias, el tipo de buques a utilizar, la operativa de carga, las tasas portuarias y el tipo de instalaciones necesarias para la carga de los buques, así como la posibilidad de ubicar almacenes dentro del recinto portuario.

Se vincula el cáncer con las minas de carbón en España

Un estudio vincula cáncer y minas de carbón en España

MANUEL ANSEDE / MATERIA 31 de julio de 2012

En pleno debate sobre la minería, y fresca en la memoria la marcha negra de los mineros españoles contra el recorte del 63% en las subvenciones para el carbón, un estudio del Centro Nacional de Epidemiología muestra ahora uno de los precios más desconocidos de esta energía: el coste en vidas humanas.
Los científicos, coordinados por Gonzalo López Abente, han analizado la mortalidad por cáncer en pueblos situados a menos de cinco kilómetros de minas ?tanto subterráneas como a cielo abierto? de carbón, minerales, piedras ornamentales, arena, arcilla, fertilizantes y otros productos químicos.
Su análisis sugiere que, en estos pueblos mineros, el riesgo de morir por cáncer de colon es un 9,7% superior al del resto de la población, y el de fallecer por un cáncer de pulmón es un 6,6% mayor al de los demás ciudadanos. Estos riesgos están específicamente relacionados con la cercanía a una mina de carbón a cielo abierto, como las presentes en las provincias de León, Palencia, Córdoba, Teruel y Ciudad Real. Los autores piden ?mucha cautela? a la hora de interpretar estos riesgos relativos y recuerdan que siempre es más peligroso para un individuo el mero hecho de fumar.
32 tipos de cáncer analizados
El estudio, publicado en la revista Science of the Total Environment, también alerta de un exceso de riesgo de morir por cáncer de vejiga del 10,6% y del 9,3% por leucemia, en este último caso sobre todo en poblaciones con minería a cielo abierto de minerales, piedras ornamentales, arena, arcilla, productos químicos y fertilizantes, instalaciones frecuentes en el sureste de Madrid, la costa mediterránea de Andalucía, Murcia y Cataluña. El cáncer de vejiga, según los investigadores, podría estar relacionado con las minas de potasa, un fertilizante muy utilizado por los agricultores. En Súria (Barcelona) se encuentra la única mina de potasa en activo en España.
El trabajo ha analizado la mortalidad por municipios a consecuencia de 32 tipos de cáncer entre 1997 y 2006, relacionándola con la presencia de 120 instalaciones mineras. Su principal autor, el epidemiólogo López Abente, es padre de algunos estudios recientes muy relevantes para la salud pública, como el Atlas municipal de mortalidad por cáncer en España y el trabajo que descartó la relación entre cáncer y centrales nucleares. ?Hay que tomar con mucha cautela estos datos, porque vemos asociaciones estadísticas, no causales, y hace falta más investigación?, recalca López Abente.
Sustancias carcinógenas
En su estudio, los científicos describen ?un mayor riesgo de mortalidad por cáncer? en las poblaciones localizadas en las inmediaciones de las minas. En concreto, asocian las instalaciones subterráneas de carbón con mayor riesgo de cáncer de tiroides, vesícula biliar e hígado; las minas de carbón a cielo abierto, con tumores cerebrales y cáncer de estómago; y los pozos mineros, con el mieloma, un tipo de cáncer de la médula ósea.
Los epidemiólogos recuerdan que la contaminación procedente de las minas está formada por algunas sustancias carcinógenas, como el asbesto, el níquel, el plomo, los hidrocarburos aromáticos policíclicos y los productos de la combustión en los motores diésel.
El equipo de López Abente ha analizado la mortalidad por cáncer en pueblos situados a menos de cinco kilómetros de las instalaciones mineras, pero ha repetido el estudio para una distancia de uno y 15 kilómetros, con el objetivo de minimizar fallos estadísticos. Además, mediante técnicas estadísticas, los científicos han intentado evitar los posibles efectos de las variables socioeconómicas, como el analfabetismo, los menores ingresos económicos y la tasa de desempleo.
Evidencias similares en EEUU y China
Los investigadores han examinado la mortalidad causada por el cáncer en lugar de la incidencia, que es el número de casos ocurridos, acaben o no en muerte. En sus conclusiones, admiten que sería ?de gran interés? estudiar la incidencia para confirmar los datos observados en su estudio.
Además, los epidemiólogos consultados advierten de que los estudios de este tipo son ?débiles? a la hora de establecer asociaciones causales entre una fuente de contaminación y un mayor riesgo de cáncer, a no ser que la asociación se observe en muchos puntos geográficos. En su trabajo, López Abente y su equipo presentan evidencias similares detectadas en minas de carbón en EEUU y China.