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miércoles, 14 de julio de 2010

Repsol busca gas en la costa vizcaína

Repsol buscará gas en la costa vizcaína


Invertirá 30 millones en realizar el año que viene dos sondeos frente a Bermeo y Elantxobe

13.07.10 - 02:46 -



Hace 16 años que la plataforma Gaviota dejó de extraer hidrocarburos del subsuelo de la costa bermeana. El filón se agotó tras casi una década de explotación y la captura de una fortuna de 7.500 BCM (millones de metros cúbicos) de gas y algo más de medio millón de toneladas de petróleo. Pese a que el tiempo ha pasado, los especialistas están convencidos de que en la misma zona, a unos cuatro kilómetros de profundidad, existen todavía hoy valiosas reservas estratégicas de combustibles fósiles. Tanto es así, que Repsol realizará el año que viene una nueva campaña para buscar gas a unos 20 kilómetros del litoral de Urdaibai.
La multinacional petrolera se encuentra a punto de conseguir el visto bueno definitivo de las autoridades para proceder a la realización de dos sondeos de importante calado. El último trámite consiste en la exposición pública de los proyectos de ambas actuaciones para dar la oportunidad de presentar alegaciones a aquellos grupos o personas que se puedan sentir perjudicadas por la campaña exploratoria. El plazo para oponerse al plan expirará pasado mañana. Los interesados deberán entregar sus escritos en la Subdelegación del Gobierno en Bilbao.
Si la compañía obtiene luz verde de forma definitiva, 2011 será el año de la fiebre del gas en Vizcaya. A las dos perforaciones impulsadas por Repsol se unirá el plan para duplicar la capacidad del almacén subterráneo de la Gaviota. La primera iniciativa, que se desarrollará casi con seguridad en verano -las condiciones del mar son entonces más favorables-, parte con un presupuesto superior a los 30 millones de euros. La segunda, más compleja y con la vista puesta a largo plazo, supondrá una inversión de 900 millones.
La intención de Repsol es traer hasta la costa de Busturialdea una colosal plataforma con la que horadar el lecho marino, según se desprende de la documentación oficial a la que ha tenido acceso este diario. La gigantesca estructura flotante permanecerá un mínimo de 36 días en cada uno de los dos lugares donde se prevé introducir las tuberías. Durante el periodo de operación se prohibirá fanear y navegar en un radio de un kilómetro alrededor del punto de ataque del fondo del mar.
Los dos pozos que se pretenden excavar reciben el nombre de Fulmar-1 y Pelícano. El primero se ubica 16 kilómetros al norte de la costa de Elantxobe, a unos 10.000 metros de distancia de la plataforma Gaviota. El segundo se adentra 22 kilómetros en el mar, sobre la vertical de la ría de Urdaibai. Ambos sondeos se llevarán a cabo dentro de los límites de una vasta extensión de superficie marina (31.000 hectáreas) que el Ministerio de Industria adjudicó a finales de 2008 para realizar exploraciones petrolíferas. El permiso fue concedido a Repsol, que cuenta con el 69% de los derechos, y a la Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi (Shesa), entidad pública perteneciente al Ente Vasco de la Energía, que dispone del 31% de la concesión.
Formaciones del cretácico
Las perforaciones tratarán de determinar la cantidad de gas que puede haber en el subsuelo. Los estudios previos especulan con que el volumen de los hidrocarburos atrapados en las formaciones geólogicas del cretácico de la zona oscilaría entre dos escenarios posibles. El más pesimista plantea que las supuestas reservas rondarían el 5% de la cantidad total que se extrajo en la Gaviota. Las más optimistas cifran los metros cúbicos de gas que pueden existir en el área en unos 6.000 millones -el 70% de lo que se consiguió entre los años 1986 y 1994-. Los resultados que depare el pozo Fulmar-1 determinarán si se sigue adelante con Pelícano, según consta en la memoria del proyecto. Es decir, que si la primera actuación resulta un completo fracaso, la campaña exploratoria terminaría mucho antes de lo previsto.
Los trabajos que Repsol pretende llevar a cabo en la costa vizcaína el año próximo entrañan una notable complejidad técnica. Se prevé que las tuberías penetren hasta cuatro kilómetros en la corteza terrestre, salvando también una lámina de agua que fluctúa entre los 150 y los 385 metros. Para tender estos conductos se empleará una gigantesca plataforma.
La estructura practicará un orificio que en su inicio alcanzará las 36 pulgadas y en su tramo final será de ocho pulgadas y media. Las dimensiones de la plataforma móvil impresionan: 118 metros de largo por 71 de ancho. Su poderosa torreta se elevará 52 metros. Su peso ronda las 15.000 toneladas. Ocho contrapesos de 15 toneladas cada uno se encargarán de anclarla al fondo. El ingenio perforador cuenta con 125 camas para sus operarios y un helipuerto octogonal de unos 625 metros cuadrados.
Trasiego de helicópteros
Junto a la plataforma trabajarán dos buques de apoyo, de unos 80 metros de eslora cada uno. En tierra se habilitará un almacén para poder desplazar herramientas y materiales al lugar donde se desarrollarán las labores. Asimismo, está previsto que un helicóptero realice varios vuelos diarios entre el aeropuerto de Loiu y la plataforma para aprovisionar al personal que trabajará sin descanso en los sondeos Fulmar y Pelícano.
Si las cosas funcionan correctamente, la campaña durará un máximo de tres meses y medio. Al tiempo para perforar el lecho marino -aproximadamente 36 días por punto de ataque- se unirá un periodo de entre 15 y 20 días por sondeo para realizar diferentes pruebas de producción. Según consta en la documentación a la que ha tenido acceso EL CORREO, se procederá a cementar las bocas de los pozos para reforzar su seguridad y facilitar una futura explotación comercial.

un vigilante sufre un atropello con un panzer en la mina de Santa Cruz, Ponferrada

Un Panzer aplasta el brazo de un vigilante en la mina de Santa Cruz

El herido, P. B. R. y residente en Toreno, realizaba labores de vigilancia en la explotación, pese a ser sábado, para cumplir con el convenio de las horas1396927554

11/07/2010 m. j. a. / a. c. | ponferrada 

Imagen del exterior de la mina de Santa Cruz, tomada ayer poco después del accidente.
ana f. barredo

Pudo ser una tragedia pero finalmente se quedó en un susto. Un vigilante de seguridad de la mina que el grupo Victorino Alonso tiene en Santa Cruz del Sil resultó herido después de que un Panzer -"un vehículo de transporte blindado-" le aplastase un brazo, por motivos que hasta el momento se desconocen. Todo ocurrió en torno a las diez de la mañana de ayer y fueron los propios compañeros del herido, P. B. R, quienes dieron aviso al Servicio de Emergencias Sanitarias del 112, que movilizó hasta el lugar del suceso un helicóptero medicalizado -"que finalmente no tuvo que intervenir pero que siempre tiene que ser avisado ante un accidente en una explotación minera -" y una ambulancia de soporte vital básico, que trasladó al hombre hasta el Hospital del Bierzo.

Natural de Toreno y de 38 años de edad, P. B. R. forma parte de la cuadrilla que ayer, sábado, tuvo que trabajar como se viene haciendo habitualmente para cumplir con el convenio de las horas, tal y como informaron fuentes de la empresa. Los fines de semana suelen hacerse labores de vigilancia, sostenimiento y preparación del material, incluidos los explosivos que luego se utilizarán el lunes.

El único daño sufrido fue en uno de los brazos. De hecho, tal y como ha podido saber este periódico, el herido habló personalmente con su esposa minutos después del incidente para avisarla de que iba a ser trasladado al hospital y contarle el alcance de las heridas.

Hay que retroceder tres meses en el tiempo para recordar el último accidente de la minería producido en la provincia de León y que precisamente causó la muerte a un soldador berciano en un cielo abierto de Laciana.

Carlos Marbán Valdés, natural de Cuatrovientos, fue arrollado por un dumper mientras realizaba labores de mantenimiento de maquinaria en la mina perteneciente también a Coto Minero del Cantábrico. Se encontraba en el interior de su vehículo cuando el dumper cambió de dirección y aplastó el coche sin percatarse del accidente.