Este blog pretende reunir información sobre todos los temas relacionados con el mundo de la mineralogía en España
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sábado, 19 de junio de 2010
La minería de wolframio de Salamanca
La minería del wolframio de Salamanca
Se dice que de aquí a tres años las cuatro minas que hay en los términos municipales de las localidades de Morille, Mozárbez, San Pedro de Rozados, Martinamor, Alba de Tormes, Encinas de Arriba, Buenavista y Monterrubio de la Sierra podrían reabrir, y comenzar a producir, gracias al capital de la empresa Daytal Resources Spain, que ya opera en Los Santos.
Las minas de wolframio y estaño cerraron hace décadas debido a la caída de los precios en el mercado.
La revitalización del mercado internacional de estos minerales hace posible que las minas vuelvan a abrirse y a producir estos minerales que tienen gran demanda internacional. Según datos del Instituto Minero en la zona quedan varios millones de toneladas de mineral.
La Junta de Castilla y León ya autorizó la investigación minera para que los promotores comiencen a realizar sondeos y a definir el proyecto de extracción según la profundidad a que se encuentre el mineral. En Barruecopardo es donde más avanzado está el proceso y ya se proyecta la construcción de las edificaciones necesarias para la explotación y extracción. Los derechos de esta mina pertenecen (en un 90%) a la empresa Saloro, quien prevé invertir unos 20 millones de euros.
El yacimiento de la localidad de Los Santos es el tercero de Europa. La relevancia de la explotación minera es tal que, se había convertido en la tercera más grande e importante de Europa y la primera de España, como se confirmó en su puesta en marcha.
En la localidad de Navasfrías un proyecto que desarrolla la Universidad Politécnica de Madrid servirá para poner en valor las minas de wolframio de la localidad. Para ello varios técnicos de la universidad madrileña gestionarán el Centro de Interpretación de la Naturaleza del Área Recreativa de El Bardal. Así pues las minas son visitables por el público de forma guiada en un recorrido señalizado que comprende cuatro galerías recuperadas para las visitas turísticas: "La Segunda", el "Pozo Hondo", "Mina de las Vacas" y "La Asentada Morales", donde se han abierto los huecos que, debido al paso de los años, ya se habían cerrado.
"La Mina Salmantina" es la zona donde se excavaron, desde principios del siglo XX, alrededor de 200 pozos para la extracción de wolframio y en la que hay contabilizadas unas veinte galerías mineras.
La actividad minera en Navasfrías comenzó en 1903 siendo titular de la explotación una sociedad inglesa. Estos trabajos tuvieron su máximo esplendor durante la Segunda Guerra Mundial, por sus utilidades como coraza para los vehículos blindados, ya que Alemania crea un servicio para hacerse con el wolframio español. Competencia, ésta, que hará que los precios del mineral se disparen y que el contrabando se convierta en una actividad muy lucrativa. El trabajo en la mina fue decayendo hasta 1975. La recuperación, con fines turísticos, de las minas de Navasfrías es posible ya que en la actualidad no hay explotación de wolframio.
jueves, 17 de junio de 2010
minas de pontons
Bonastre i Pontons tenen amb Santa Maria Magdalena un punt comú.
La santa fou foragitada de Palestina en morir Crist i anà a parar, diuen, a casa nostra. Va ser dona de vida lleugera i sembla que encisava als homes per l'olor i per la seva bellesa. Era la patrona de les dones de la vida, dels apotecaris, dels herbolaris, dels barbers i dels penitents....
La Magdalena és patrona de Bonastre on fan festa grossa el 22 de juliol, dia en que es representava el ball parlat de Santa Magdalena explicant llur vida i conversió.
Malgrat que el nom de Bonastre te els seus orígens en el llatí Oleastre que vol dir terra d'oli, antigament a Bonastre hi havia mines de plata, de ferro, de plom argenter, pedreres calcaries i de guix. La mina de la Cova Roja era ferruginosa, la de Mas Gibert era de plom. A finals del segle XIX el poble ja era més conegut per la qualitat del seu cànem, la seva mel i la fabricació de cabassos, que per les seves mines.
El nom de Pontons prové del llatí Penitents. A Pontons ja tenien l'any 1500 a Maria Magdalena en la preferència del seu santoral, que posteriorment va desbancar a Sant Joan en el patronatge local. Eren penitents –esclaus- els que en temps del romans treballaven a les mines de plom i d'estany de la localitat.
De les mines de Pontons ja en parla en Jeronimo Pujades en el capítol 7 del seu llibre Cronica Universal del Principado de Catalunya -editat a Barcelona l'any 1609- on explica que ja van ser explotades per cartaginesos i romans amb molts contingents d'esclaus. Tot i així l'Albert Ferrer Soler en el seu estudi sobre "La cueva del Batlle Vell de Pontons" afirma que la mineria ja va constituir l'ocupació de la gent de la zona a la prehistòria. La quantitat d'eines prehistòriques i ossos trobats a la mina l'Esperança o a la cova de Sant Joan i les recerques de C. Gomis, Puig y Laranz, Bosch i Gimpera, etc, reafirmen l'antigor de les mines de Pontons.
Les mines pontonenques tingueren el seu punt àlgid d'extracció durant la Gran Guerra (Primera Guerra Mundial). I, coses del capitalisme, les accions de l'empresa minera encara es cotitzaven a la borsa de Londres molts anys desprès d'estar tancada l'explotació.
Tot i que Bonastre i Pontons van ser les localitats mineres més importants del Penedès, es troben indicis de ferro a Sant Jaume dels Domenys (Sant Antoni) i a Marmellar (Roca Vidal), malgrat que en aquestes dues localitats no hi ha traces de devoció a Maria Magdalena.
lunes, 14 de junio de 2010
La minería del hierro en Quirós
La minería del hierro en Quirós
La explotación de Los Llamargones, de las más antiguas de Asturias, funcionó hasta mediados del siglo XX
La siderurgia nació en Quirós con la Compañía Chauviteau dirigida por Gabriel Heim, que diseñó un plan de empresa que comprendía la explotación de mineral de hierro y carbón para abastecer unos altos hornos situados en Torales.
La mina de hierro de Los Llamargones es una de las más antiguas de Asturias, situada en las cercanías del pueblo de Fresneo y de los altos hornos quirosanos. Esta explotación funcionó durante el siglo XIX hasta mediados del siglo XX de modo intermitente. Comenzó en los años 1869-70 por la Compañía Minas y Fundiciones de Santander y Quirós, sucesora de Chauviteau y fue cerrada por Fábrica Mieres en el año 1960.
Se combinaba en la explotación la extracción con galerías de interior y de exterior o a cielo abierto por la afloración de los filones a la superficie. La necesidad de aprovisionarse de mineral en una zona cercana hizo que la acería quirosana explotara en varios lugares de la zona. En Allinar, Corrorio, Los Llamargones y La Reguerona fueron lugares de minería. Comenzó en el primer lugar situado al sudoeste del pueblo de Fresneo. El mineral era destinado a los hornos que funcionaban desde 1871. Distaba cuatro kilómetros de la fundición con un desnivel de 365 metros.
Las explotaciones a cielo abierto eran más rentables porque necesitaban menos preparación de madera, vías y otros materiales. Sin embargo, el acarreo a veces era más complicado. En Allinar, la minona vieja de Corrorio o en Branuetu había cortas a cielo abierto. Se transportaba con carros o con cestos como en Allinar, que empleaba chavales para subir el mineral desde la mina hasta la tolva que recogía el mineral que venía desde Los Llamargones. Se abandonó Allinar para pasar a Los Llamargones. Había un paquete de cuatro capas de las cuales sólo se explotó la más ancha.
El mineral de hierro era arrastrado con bueyes y mulas en carros del país, a través de una trinchera de 1.600 metros hasta un ramplón (Pontón fondeiru) de donde era cargado en carros de bueyes o vacas y llevado a los tragantes de la acería en Torales. Había una caseta con una báscula en el parque de minerales para pesar el carro. Allí venía también el carbón de las minas del Xagarín y la piedra caliza del Sairón. Todo ello se mezclaba para hacer la colada en el alto horno.
En 1888 comenzó a funcionar el cable de La Reguerona que bajaba el hierro a Veiga. El sistema bicable lleva 40 cajas con una capacidad de 200 kilos con un rendimiento de 120 toneladas cada diez horas de trabajo. En Veiga había una trituradora para deshacer el mineral que después era trasladado a Trubia en el tren minero. Los altos hornos quirosanos ya estaban apagados de manera provisional. Cuando se encendían el mineral subía desde Veiga a Torales en tren.
El método de explotación era más avanzado antes que después de la Guerra Civil. El sistema empleado para la extracción se llamaba «la estroza» y la daban «los guajes del fierro». Se empleaba mucho las mazas y barras para extraer el mineral. Su época de gran apogeo llegó hasta el fin de la I Guerra Mundial. La mina de Los Llamargones contaba con una caldera de vapor para producir energía a los compresores de los martillos y el montacargas. En 1918 se construyó la casona para la caldera de vapor. Contaba con una fragua, una carpintería, cuadra, polvorines, oficinas y cuartos de aseo, y un pequeño botiquín de primeros auxilios.
El sistema de explotación era el de macizos y sobreguías con distancias entre 3 y 10 metros. Se montan coladeros desde la galería general quedando dividido en macizos para el despilaramiento. Estos macizos se van arrancando provocando el hundimiento de modo que el relleno ocupe el hueco dejado por el mineral. Era un sistema muy peligroso que precisaba de un entramado de comportas y tablas con buen grosor y bien afirmadas con clavijas. Fueron varios los mineros muertos sobre todo alcanzados por costeros o piedras caídas.
La mina se estructuraba en dos pisos, estando el inferior por debajo de la trinchera de transporte. El mineral se subía con un montacargas hidráulico. La producción de interior y exterior muy cercanas entre ambas se acumulaba en unas grandes tolvas para después ser cargadas en vagones de madera hasta la estructura del cable en La Reguerona. La extracción interior del mineral de hierro se hacía con galerías en roca existiendo en ocasión dos galerías paralelas por la amplitud de la veta. Una de las capas se denominaba «la inagotable».
Después de la Guerra Civil, Fábrica de Mieres, dueña de las minas de hierro, continúa con la explotación pero en condiciones más precarias y aprovechando de retirada el mineral. En 1938 se sacaba a maza el hierro en dos relevos. Había 70-80 obreros entre el interior y el exterior. En las primeras décadas trabajaban mineros gallegos y portugueses que se asentaron en la zona.
No existió preparación ni avance de galerías y después del año 40 con La Reguerona en funcionamiento era de modo intermitente. Funcionaban según necesidades. Cuando estaba parada los mineros eran despedidos o iban a la sección del carbón.
En 1939 los guajes cobraban 4,50 pesetas, una peseta más si se descargaban vagones. Un ayudante barrenista cobraba 7,50 y el barrenista 9 pesetas de jornal diarias. La jornada era de siete horas, siendo los primeros candiles de sapo y después de carburo.
La energía eléctrica venía desde la central privada de El Robloso, primeramente y después del Urdiero, propiedad de Fábrica Mieres. El tendido eléctrico iba paralelo al cable aéreo de transporte.
Con esta actividad minera se crearon dos zonas de residencia de mineros en lugares cercanos a las explotaciones y lejos de los pueblos. La empresa organizaba la fiesta, antes de la guerra, de Santa Bárbara en Fresneo, el pueblo más cercano a las minas. Regalaba un pellejo de vino y pagaba la misa que se celebraba en el pueblo.
En 1900 Quirós extraía 18.000 toneladas. Al año siguiente ya había subido a 23.000. El año de mayor producción fue 1914 con 32.000 toneladas. La I Guerra Mundial favoreció la exportación de minerales españoles a los países contendientes. Tanto la producción hullera como de hierro aumentaron considerablemente, al igual que el número de trabajadores empleados. Hasta 1910 en Asturias sólo tenían producción Quirós y Naranco. A partir de ese año se unieron Sobrescobio y Buferrera.
jueves, 3 de junio de 2010
agujero gigante aparece en Guatemala
Un gouffre gigantesque se forme après la tempête Agatha
Ces photos, postées par le gouvernement guatémaltèque sur FlickR, montrent un gouffre de 60 m de profondeur qui s'est formé à Guatemala City dimanche dernier après le passage de la tempête tropicale Agatha.
C'est une doline, un phénomène naturel au cours duquel les roches calcaires sont dissoutes par l'eau de pluie, provoquant l'affaissement du sous-sol.
Un phénomène similaire avait été observé en 2007 dans le pays. Des rumeurs font actuellement état d'autres dolines en formation.