El comité de empresa de la Hullera Vasco Leonesa enviará la próxima semana un escrito a la Dirección General de Energía y Minas reclamando que se refuercen los equipos de seguridad en las instalaciones de la empresa minera, ya que tanto el Comité de Seguridad como los vigilantes están en su mayoría afectados por el expediente de regulación de empleo. Según el presidente del comité, Marcos Martínez, la suspensión temporal de empleo no debe incidir en una reducción de la prevención en las instalaciones, para evitar posibles «sustos».
El comité de empresa de la Hullera Vasco Leonesa se reunió ayer para estudiar la situación tras la entrada en vigor del ERE el pasado día 1, y su presidente insistió en lo que considera un «acompasamiento» de las intenciones de la empresa y de la administración autonómica. «Con los anuncios de los últimos días, y a la espera de que los acontecimientos desbloqueen la situación del carbón a corto plazo, no es de recibo que se apruebe un expediente de empleo que afecta a la práctica totalidad de la plantilla, y sólo dejar fuera a 52 trabajadores, todos ellos directivos e ingenieros».
Martínez abogó por medir bien las fuerzas de los sindicatos a la hora de plantear reivindicaciones. «A todo el mundo le interesa mover a los mineros, si no es a las eléctricas es a las empresas, o a los políticos. Pero nosotros tenemos que velar sobre todo por los intereses de los trabajadores».
El presidente del comité de empresa de la Vasco confió en que el anuncio del Gobierno de adelantar las ayudas al funcionamiento, junto con la decisión del Tribunal Supremo de no aceptar la reclamación judicial de las eléctricas (ejemplo que espera que siga la Audiencia Nacional y el Tribunal de Luxemburgo el próximo lunes), permitan a las empresas volver a la normalidad en un plazo de tiempo razonable.
«Los trabajadores del carbón hemos sido secuestrados, primero por las eléctricas, luego por las empresas y los políticos, y finalmente por el poder judicial y la burocracia. Si planteamos medidas, tendrán que ser eficaces. Pero hay que actuar con cautela, no vale echar siempre a los trabajadores a la calle para solucionar los problemas», concluyó.
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