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lunes, 23 de noviembre de 2009

La cueva minera de Malgat -Esporles, Mallorca)

La cueva minera de Malagata (Esporles, Mallorca)
por J. A. Encinas S.
http://ccmallorca.net/imagen/boca.jpg
Hasta hace poco más de medio siglo suministró material margo-calizo a la fábrica de cemento situada en la cabecera del propio vallejuelo donde se abre el sub-terráneo. Una piedra de la almazara de las arruinadas casas de la finca indica que el año 1835 todo aquel campo del hoy denominado Pinar de Canet (antes Ses Rotes Velles) estaba dedicado a olivar, además de a cultivos diversos, algarrobos, almendros y praderías. La acequia del agua de un estanque regó el huerto del establecimiento hasta el momento de quedar cortada, cuando febril explotación minera en el lugar prescindió del recurso agro-pecuario, aislándolo con profundas socavaciones extrac-tivas y condenando a todo el recoleto enclave colonial al abandono. Quedó así el sitio convertido en yermedal, en las cartografías reflejadas por todo España como ermitas (ver mapa de A. Despuig, 1784), germida, germanías o erma-ssos más o menos comunales. Recurso descriptivo frecuente por lo demás en algunos de los parajes mineros mallorquines y en este caso específicamente referido a la malacata* conque, mediante cables, railes, vagonetas mine-ras y animales de tiro se conducía el mineral al horno y molino hidráulico cementero.

Nombre anterior del lugar sería el de camp canet (Can Canet en la CME, 1959, al margen del propio de la alquería matriz): un campo ganadero de la cañada, antaño espe-cialmente indicado para confinar y criar animales. Si bien el plausiblemente relíctico Llobera puede referirse a la serie de negras embocaduras mineras en su momento enten-didas carniceras. Fauces de lobo siempre prestas a morder a quienes se internan dentro. Una llobera (lobera, galaico-portugués ‘cuevería’) especialmente lóbrega y temible, si se tiene en cuenta que aquí se trata de carbuncosas concavidades, de decrépita enfermiza estabilidad interior. Lobados tumores, donde las socavaciones ahondaron subterráneamente temiendo siempre lo peor**, cuando la llave cupular (lloba, dovela, lluvela) amenaza colapso.

Por otro lado, el también caduco asentamiento predial vecino, denominado Ca na Trias y situado en la ribera opu-esta del mismo torrente de desagüe de la propia artesa orográfica, conserva en la memoria popular un sentido de canetría, ca-natría o cannatría nada extraña al topónimo genérico de Canet e indicativo de la cañada de las sales (Can Saletes, por camp saletes, a continuación de la anti-gua fábrica de cemento), del nitrato potásico o salitre entendido, por los conocedores del sitio de la mina, útil en la fabricación de pólvora. Natró del catalán, en castellano ‘alatrón’ (s’alatró con artículo salado vernáculo y valga la redundancia), nitro, o natría / natrün del árabe y del habla de la gente del Mar Egeo.

Al complejo subterráneo se llega siguiendo alguno de los numerosos caminos confluentes en el fondo de la de-presión hidrográfica (plausible s'ubera, ubérrima finca Sa Plana), donde se explayan los regueros descendentes de los


los altos cernedores que rodean el sitio. En la parte su-roeste del torrente se encuentra sin dificultad la explanada y amplia embocadura de una de las entradas inferiores.

Un total de seis aberturas permiten acceder a la cueva minera, aparte de otras tres superiores ahora imprac-ticables por hallarse tapadas y quizá correspondientes a caverna minera esencialmente distinta, independiente y ex-plotada desde más antiguo. De éstas últimas entradas, una es hoy mero abrigo bajo el cantil situado a dos centenares de metros hacia el S-SW de la citada explanada extractiva; las otras dos se localizan algo por encima y en una de ellas se distinguen las marcas de los barrenos utilizados para ampliarla.

Para el recorrido integral de la caverna conviene bajar desde la boca meridional, hasta alcanzar el derrumbe o base del cono detrítico de la sima grande de arriba, pasar por angostura cenital a salita intermedia, acceder al sector oriental de la cueva y evitar los peligrosos vericuetos inter-comunicadores entre embocaduras. Abajo y a la derecha queda la despejada salida de la explanada y la contra-puesta abertura septentrional a la izquierda, caracterizada por su muro de cierre.

La cueva sigue el buzamiento de los estratos (23º) de norte a sur, a lo largo de poco más del centenar de metros, siendo la amplitud máxima de la mitad, el desnivel de vein-ticinco y el recorrido proyectado sobre el plano horizontal de referencia superior a los 600. Discurre en unas junturas interestratigráficas afectadas de subsidencia, producida en las margocalizas triásicas (crinoideo Encrinus liliformis, etc.) situadas directamente sobre areniscas rosadas del Keuper, en la cercanía de falla con imbricación. Las dis-continuidades de esta forma generadas, permiten aún cierta circulación hídrica, con la consiguiente carsificación inter-na, sobre todo en el alargado flanco noroccidental. En esta parte se alcanza precisamente unos cubículos lagunares coincidentes con el nivel freático local, poniendo de hecho límite a las mineralizaciones metamórficas apreciables en el interior del fenómeno.

A grandes rasgos se trata de la parte remanente de una caverna primitivamente mayor, de la cual quedó finalmente gran sala colapsada en medio, conformando caótico cúmulo clástico con abertura superior y laberínticos divertículos debajo. Los trabajos de minería llevados a término en la gruta amplificaron los espacios iniciales, apurando al límite la función de algunas de las columnas naturales y sus agrietados temibles dinteles; actuando a partir de socavaciones lobulares periféricas, siempre tendentes a aislar pilares y crear nuevas embocaduras. Situándose las más antiguas de éstas arriba y las más modernas hacia abajo, pues los escalonados caminos extractivos externos e internos indican este habitual progresivo proceder. Luego se cambia el método extractivo,


con el fin de convertirlo en remontante y evacuar el material, por gravedad, hacia las dos bocas inferiores del sistema. Es decir, pudieron darse en esta cueva_minera de Canet al menos tres fases de aprovechamiento; la menos reciente se correspondería con el primitivo menudeo de sulfuros en el interior, especialmente minerales de los que extraer azufre, metales, materia prima para elaborar barnices cerámicos, pólvora (nitroglicerina), vidrio, productos medicinales (¿antimonita?), abonos y quizá también caolín porcelámico y manganeso.

Una segunda fase de uso minero del complejo estuvo probablemente destinada a extraer margocalizas para fabri-car el tradicional cemento natural mallorquín, a base de mez-clar el espato calizo y su contenido silíceo-alumínico con tierras y rocas más férricas procedentes de las nume-rosas explotaciones al aire libre del lugar. Mientras la última intervención*** se corresponde con la inscripción incisa (año 1920) de la columna artificial entonces recién hecha con fábrica de obra y cuando, estando aún fresca la pasta del mortero empleado, signó el testigo un tal Felipet; seguramente con objeto de datar el propio elemento de apeo para verificar el tiempo de su efectiva seguridad. Sustentación hoy afectada de paulatino proceso de aplastamiento.

Las labores mineras se centraron en la caverna algo por debajo del horizonte anegable, en el plano espeleo-genético de contacto, entre el estrato duro de encima y el más plástico subyacente. Los mayores colapsos internos intensifican luego las acumulaciones clásticas, enmas-carando los tajos extractivos. El movimiento de maquinaria pesada externa, los explosivos en las inmediatas soca-vaciones al aire libre y el drenaje artificial de las aguas del manto freático aceleraron en el subterráneo el proceso de remonte cupular sobre los vanos. Grandes prismas pétreos yacen en el suelo, siguiendo en buena parte el orden de deposición, el alcance del desprendimiento de las placas desgajadas y la consecuencia de algunos de los impactos sobre el suelo. Al propio tiempo, se reconforman los dis-positivos gliptoquímicos internos (relleno marmóreo de leptoclasas con aragonito, etc.), produciendo vistosas co-loraciones travertínicas, algunas coladas y reajustes en el precario perfil graviestático o equilibrio mecánico de los techos.

Durante los trabajos exploratorios y el estudio de la abandonada cueva minera, se procedió a convertir en prac-ticable algunos pasos, poniendo en comunicación los distintos sectores_del_complejo, con el fin de representarlo en un plano y entender el fenómeno desde perspectiva fundamentalmente espeleológica. Restando de momento sin concluir los análisis mineralógicos del yacimiento, la arqueo-logía relacionada con el mismo, determinados concretos aspectos documentales y un tanteo comparativo con el resto de las explotaciones mineras en este tipo de grutas baleáricas.

* El “Diccionario de la Lengua Española” (1992) mantiene la descripción del concepto a partir del nahua mejicano malacatl (artilugio giratorio). Controvertida etimología en la que no entra F. Corriente (1999), sino que relaciona el topónimo balear Almalafa recogiendo el dato de L. Eguílaz (1886) como alma(g)hafa del árabe y con significado de ‘la salina’. No resultando casual que camp saletes o Can Saletes esté situado a la vista de la Cimentera de Canet, ante la congostura de esta parte de la Serra de sa Malagata. Por otro lado tampoco extraña otra de las aserciones del vocablo y significado de manto (pastoril) propio de dicha congostura (gata), o ‘malla del paso’. En romance entendido malecata (malecón portuario, dique, represa) y por consiguiente relacionable con el nombre de la propia población de Esporles. Un malecón específico de montañoso desfiladero, pero con sentido de muro de contención de aguas destinadas primitivamente -es probable- al ingenio hidráulico de moler el mineral allí mismo extraído. Según puede deducirse del perfil lingüístico de época almorávide del vocablo vernáculo y de alguna de sus variantes.

** La loba era antiguamente negra sotana conque se cubría a quienes estaban destinados a morir ejecutados. El temor minero a quedar sepultado en los sótanos extractivos no era, pues, mero símil de fábula; antes bien, el meterse en estas bocas de lobo representaba que de tanto en tanto la bestia se cobrara su víctima humana. De otro modo, ningún aljibe en la zona parece autorizar una interpretación del tipo al-jubera, a pesar de los dos cercanos pozos de agua, de la entrada superior al valle por el Coll de sa Basseta (del embalsillo) y de eventual antroponímico de procedencia alodial.

Durante los trabajos planimétricos y altimétricos destinados a representar y documentar estos peligrosos subterráneos hubo ocasión para asustarse. Las dentelladas caen del techo en forma de líticas toneladas métricas y se acumulan por doquier, creando casi intransitable cantizal. En el espacio de tiempo entre un fin de semana y el siguiente -en febrero del año 2009-, se produce la abertura de una de las nuevas bocas superiores del sistema subterráneo y temibles desprendimientos en otra. Todos ellos mayormente debidos al distensionado cupular, a partir de la socavación artificial de la periferia, debilitando el arqueo en los flancos del abovedamiento y dejando sus líneas naturales de fuerza a merced de vibraciones y asentamientos. Ciertamente, la abundante pluviosidad otoñal del pasado año y consiguiente elevación del nivel freático en aquella hondonada incidieron en las margas del sustrato tabular y en los distensivos desgajes del dispositivo subterráneo.

*** La fábrica de cemento de Canet había comenzado poco antes a producir una especie de Cemento Portland, a partir de material extraído de la cueva y pobre en compuestos ferrosos, excesivo contenido alumínico y necesitado de adicionarle escorias de fundición procedente de las viejas hornerías metalúrgicas de la zona. El aglutinante fue utilizado para fabricar los sillares de hormigón conservados en la cubrición del pozo situado en la proximidad de la mina y para armar con amianto placas onduladas de tipo Rocalla y Uralita, a partir de silicato del grupo de los anfíboles (antimonita, etc.) enriquecido con dolomita (magnesio, etc.), obtenido seguramente en la mina. De ahí que el nombre del vecino predio de Son Antic (sumun antic-i), admita la lectura en griego de sitio del antimonio; con todo y que, junto al llobera o s'ubera referenciado, luce significado de bisagra de la puerta, de gozne en la jamba de la quebrada: precisamente portillo orográfico de este vallejuelo de Esporles.































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